
¿Qué componentes de la moto hay que revisar periódicamente?
Con la llegada de la primavera muchas personas comienzan a usar más asiduamente sus monturas, mientras que otras las utilizan durante todo el año. Independientemente de si usas tu moto a diario o solo unos meses al año, desde Yamaha Málaga Motocenter queremos darte unos claros y sencillos consejos de mantenimiento y revisión de puntos clave.
Damos por supuesto que lo más esencial, como es comprobar el nivel del aceite del motor y del líquido refrigerante, ya lo habréis hecho. Por ello os vamos a explicar qué otros seis puntos es importante revisar. Estos seis puntos nos ayudarán a conocer el estado mecánico de nuestra motocicleta y nos proporcionarán más tranquilidad en nuestros desplazamientos. También nos ayudarán a detectar posibles problemas futuros o la necesidad de someter a nuestras motocicletas a una revisión en un taller mecánico.
Neumáticos
Es el primer componente a revisar porque sobre ellos recae todo el peso de la motocicleta y el piloto. Además, son los responsables de nuestra adherencia al asfalto y de transmitir la potencia del motor hasta el suelo para poder desplazarnos. Si nos ponemos a pensar que la huella de un neumático (la superficie del mismo que está en contacto directo con el suelo) es de unos pocos cm², seguro que entendemos por qué les debemos prestar atención.
Lo primero de todo es una revisión visual: buscaremos que no presenten cortes o agrietamientos y que tengan suficiente profundidad de dibujo para poder evacuar bien el agua si nos encontramos con carreteras mojadas. Después, lo más importante es comprobar la presión de inflado, que es la que va a hacer que el neumático trabaje correctamente. Normalmente casi todas las motocicletas trabajan con una presión estandar de 2,5 bares en la rueda delantera y 2,9 bares en la trasera, pero lo mejor es consultar el manual del fabricante de la motocicleta para ver cuales son las presiones recomendadas. Si por un casual no puedes ir a comprobar las presiones con los neumáticos en frío, recuerda que en caliente los valores que marcan estarán, de media, unos 0,2/0,3 bares más altos sobre su presión real.
Por último, acuérdate de vez en cuando de vigilar la fecha de fabricación del neumático. Aunque presenten un buen aspecto, un neumático con 4 o 5 años ya no tiene las mismas prestaciones porque su compuesto se habrá endurecido, perdiendo propiedades.
Frenos
Siguiendo con la vista puesta en la ruedas de nuestras motos, revisaremos el sistema de frenado. Comenzaremos por las pinzas, comprobando que no presenten demasiada suciedad producida por las mismas pastillas de freno al accionarse como recogida de la carretera. Tampoco debe haber restos restos de posibles fugas del líquido de frenos. Subiendo la vista nos topamos con los latiguillos de frenos. Por lo general suelen ser de goma y habrá que inspeccionarlos en busca de fisuras, grietas o abombamientos.
Por último, llegaremos hasta la bomba de freno, situada junto a la maneta del mismo en el manillar. Buscaremos fugas de líquido y miraremos el nivel del mismo en las bombas que así lo permitan, si tienen ojo de buey o recipiente independiente a la bomba. El color del líquido no debe ser muy oscuro. Si es así, es señal de que debemos cambiarlo. Cuando trabajamos los frenos el líquido sube mucho de temperatura y, con el uso, sufre una pérdida de sus propiedades y se vuelve más oscuro. Por lo general, se recomienda su cambio aproximadamente cada dos años si practicamos una conducción tranquila pero, como mencionamos antes, lo mejor es consultar el manual del fabricante.
Para finalizar, apretaremos varias veces seguidas la maneta de freno para comprobar que su dureza al llegar al final de su recorrido no decae. Si lo hace, puede ser un signo de un problema más o menos grave en el sistema de frenado y sería recomendable una visita al taller especializado cuanto antes.
En el freno trasero el proceso es el mismo: estado de pinzas, de latiguillos y de bomba, que suele estar ubicada junto al chasis, cerca del estribo del pie. También accionaremos el pedal de freno para comprobar que la dureza del mismo es homogénea.
Por último, en motocicletas con freno trasero por tambor, que generalmente van mandados por varilla con tuerca, probaremos el apriete de la misma y si es suficiente para garantizarnos una buena frenada.
Suspensiones
Las suspensiones trabajan en conjunto con los neumáticos: si uno de los dos sistemas no trabaja bien, el otro tampoco lo hará y nuestra conducción no podrá ser del todo efectiva o placentera. En la suspensión delantera nos fijaremos que las barras estén limpias y libres de restos de insectos o suciedades que podrían afectar a la estanqueidad de los retenes de las mismas cuando se introducen en las botellas. También comprobaremos que no tengan ningún tipo de arañazo que muestre profundidad al tacto y que no existan restos de aceite en la barra, que son la señal de que el retén de la botella ha perdido su estanqueidad.
Asimismo, una vez subidos en la motocicleta, apretaremos el freno delantero y haremos fuerza hacia adelante y abajo tratando de comprimir la suspensión. Esta debería bajar y subir en un movimiento suave y continuo sin notar trabas o escalones en su recorrido.
En la suspensión trasera la mayoría de las motocicletas actuales usa un solo amortiguador, bien asistido por bieletas o bien anclado directamente al basculante. Trabajaremos también la vista en busca de manchas de aceite que puedan ser signo de que el amortiguador lo pierde. A continuación, subidos en la motocicleta o apoyando sobre el asiento nuestro brazo, empujaremos hacia abajo la moto comprimiendo la suspensión. Debería volver a su altura original de forma más o menos suave sin presentar un retorno brusco. Si esto sucede, es síntoma de que algo va mal en nuestro amortiguador.
Dirección
Otro componente que debes revisar es la dirección. Este punto, tan fundamental como los demás para el buen estado de nuestra motocicleta, es el más sencillo de comprobar si está en buen o mal estado. En primer lugar, giraremos la dirección a un lado y otro sucesivamente varias veces, a poder ser con la rueda delantera en el aire, comprobando que el movimiento es suave y suelto, sin puntos de dureza en su recorrido. Lo segundo que haremos es sentarnos en nuestra motocicleta, apretar el freno delantero y empujar la moto hacia adelante para comprobar que no existan movimientos de holgura. Si notamos algún tipo de movimiento extraño o puntos de dureza en el giro de la dirección, lo mejor es acudir lo antes posible a tu taller de confianza.
Transmisión
Por norma general, la mayoría de las motocicletas llevan la transmisión secundaria por un sistema de cadena de eslabones. Un correcto mantenimiento y engrase de la misma nos permitirá disfrutar de miles de kilómetros de suave marcha. Comprobaremos su correcta tensión según nos indique el manual de la motocicleta para evitar el prematuro deterioro tanto de ella como del piñón de salida del motor y de la corona en la rueda trasera. De la misma manera, también es muy recomendable una limpieza periódica seguida de un nuevo engrase, ambos con los productos específicos recomendados por el fabricante o por tu taller de confianza.
En motocicletas o scooters con transmisión por correa dentada bastará con observar que la correa no presenta un desgaste acusado en los dientes, agrietamientos o rigidez excesiva fruto del tiempo o los kilómetros.
En motocicletas con transmisión por cardán será suficiente con vigilar el nivel del aceite que contienen dentro y cambiarlo cuando estipula el fabricante, aprovechando la ocasión para revisar las crucetas interiores que transmiten el movimiento del cardán.
Sistema eléctrico
Tan esencial como los demás y quizás el más olvidado hasta que llega el día en el que la motocicleta no arranca o presenta fallos de corriente. Al menos una vez al mes inspecciona la batería, que no debe presentar sulfatamiento en sus bornas. Engrásalas si fuera necesario. También evaluaremos el correcto apriete de las mismas. El simple hecho de que una borna esté algo floja en su apriete puede traernos muchos quebraderos de cabeza en el sistema eléctrico. Tras esto, miraremos el estado de los diversos fusibles, asegurándonos de que estén en buenas condiciones, sin roturas y sin que presenten el aspecto de haberse derretido al soportar una tensión elevada, signo de que algo va mal en el sistema eléctrico. Por último, si fuera posible, examinaremos el estado y la tensión de la correa del alternador. No olvides comprobar que todo el sistema de alumbrado e intermitencias funciona correctamente.
Desde Yamaha recomendamos revisar estos seis componentes de manera más o menos periódica. Es más, en el caso de neumáticos, frenos y transmisión, es recomendable hacerlo cada vez que vayamos a utilizar nuestra motocicleta o scooter. Existen otros muchos puntos más a revisar, como engrases varios y limpiezas, pero son más propios de una revisión completa que te recomendamos que efectúes en tu taller de confianza autorizado.
Esperamos que esta guía pueda servirte para detectar problemas en tu motocicleta de forma rápida y con la suficiente antelación para no quedarte averiado en el camino o sufrir alguna desagradable experiencia. Ante cualquier problema que hayas podido detectar acude lo más pronto posible a un taller autorizado para solventarlo.
En Yamaha Málaga Motocenter queremos ser tu taller de confianza, sin importar de qué fabricante sea tu motocicleta o scooter. En nuestro taller disponemos de lo último en herramientas y sistemas de trabajo. Utilizamos solo primeras marcas y material oficial para repuestos y nuestros mecánicos son unos profesionales con gran experiencia en todo tipo de motocicletas, sistemas y motores. Además, cuando dejes tu motocicleta o scooter con nosotros no tendrás que volver a pie porque disponemos de servicio de moto de sustitución. ¡Te esperamos!