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Yamaha RD500 R

La RD500 R, una moto de competición para la calle

A lo largo de su historia, Yamaha siempre ha tenido en su catálogo motocicletas de corte deportivo que reflejaban fielmente su espíritu por las carreras y que se asemejaban a sus modelos de competición, o al menos, se beneficiaban de sus adelantos tecnológicos. Sin duda, la más radical y más parecida a una moto de competición puesta en la calle con luces y matrícula por parte de Yamaha fue la RD 500 R (RZ 500 R para el mercado norteamericano) y su posterior versión para el mercado japonés, la más rara RZV 500 R.

En un mercado que ya estaba siendo dominado por las motocicletas con motores de 4 tiempos, Yamaha se salió de la norma y puso todo su hacer en una motocicleta deportiva con motor de 2 tiempos y alta cilindrada.

En un chasis de acero de sección rectangular Yamaha puso directamente el motor de su OW-76, la moto con la que participó en el Mundial de 500 cc de 1983 con Kenny Roberts. Este motor fue convenientemente adaptado a un uso «civil» modificando los elementos necesarios y en los materiales adecuados para conseguir una fiabilidad mecánica óptima para el uso diario, pero perdiendo lo mínimo posible de su carácter tosco y rabioso de motor de competición.

El resultado fue un motor de 2t de cuatro cilindros en V refrigerado por agua con sistema YPVS que entregaba 90 cv a 9500 rpm para un peso total de la motocicleta de 170 kg, una relación de peso/potencia al alcance de muy pocas motocicletas ya todas de alta cilindrada y con motores de 4 tiempos, y desde luego lejos de las sensaciones que pudiera transmitir la RD 500.

 

Los inicios de Yamaha en el mundo de la competición

La RD 500 fue una auténtica moto de competición, potente, ligera y manejable. Para ello contaba con una conducción deportiva apoyada en su horquilla Showa de 37mm con sistema antihundimiento, sistema monoamortiguador Monoshock trasero, discos de 267 mm delanteros y neumáticos en medidas 120/80-16″ y 130/80-18″ que le daban una extraordinaria manejabilidad.

Un año más tarde, Yamaha dispuso de una versión para su propio mercado, la RZV 500 R, que dispuso de un chasis de aluminio soldado a mano y otras piezas más como semimanillares, palancas de reenvío y estriberas para bajar el peso de la moto y no perder prestaciones ante la limitación a 64 cv existente entonces en Japón.

También contaba con otras diferencias como frenos de disco de más diámetro y de anclaje flotante, una horquilla actualizada y con más posibilidades de reglajes, el cambio mediante pulsador de la lectura del reloj derecho del nivel de gasolina a temperatura del refrigerante, un display rojo que se encendía cuando pasabas de 80 km/h, velocidad máxima en Japón y el cuentakilómetros con banda roja a partir de esa velocidad.

Todas las características de motor y chasis de la RD/RZ también fueron sus puntos débiles. Visto ahora, con el tiempo, la parte ciclista de la RD 500 R estaba por debajo de las prestaciones de su motor, que tenía una estrecha banda de entrega de potencia y su conducción en modo deportivo exigía de pilotos expertos y veteranos tanto por motor como por chasis y ruedas.

Hoy día, la RD/RZ/RZV es moto de culto y coleccionismo con sus estética de GP de la época y dos de sus escapes saliendo por el colín, un tipo de motocicleta deportiva extrema que disponía de lo mejor de Yamaha al público en general como hoy día lo hacen las R1 GYTR.

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