Las Yamaha AG100 y AG200, pasado y presente de la marca
Desde YAMAHA MÁLAGA MOTOCENTER, donde hacemos un repaso de la historia de la marca, así como de los principales modelos que cada día aparecen en el mercado, queremos presentarte un modelo sencillo y que permanece casi sin cambios desde hace más de 40 años y que podemos considerar de los más importantes, quizás no a nivel de ventas, sino a nivel de utilidad y las prestaciones que posee.
Hablamos de la Yamaha AG 100 y su hermana, la Yamaha AG 200, que nacieron a finales de los años ’70 y son unas sencillas motocicletas todoterreno pensadas para el uso en zonas rurales o agrícolas. Ambas cuentan con un robusto chasis de acero doble cuna; sencillas y eficaces suspensiones con horquilla convencional; pareja de amortiguadores traseros; y frenos de tambor herméticos, aunque pueden encontrarse algunas unidades de últimas series con un freno de disco delantero.
Su transmisión secundaria por cadena se encuentra totalmente sellada por una cubierta plástica para evitar la suciedad y el desgaste excesivo por el uso en difíciles superficies y cuenta con protecciones metálicas para los bajos del motor y el basculante. Además, incorpora una serie de atalajes o parrillas delantera y trasera para permitir el transporte de objetos y mercancías, así como la particularidad de poseer doble caballete (pata de cabra) a ambos lados de la motocicleta para poder asentarla en terrenos de poca estabilidad.
La AG 100 cuenta con un motor monocilíndrico de 2t refrigerado por aire y arranque por pedal con una potencia de 9 cv y la AG 200 monta un monocilíndrico 4t también refrigerado por aire y arranque por pedal con 11 cv de potencia. Estas motos, en un principio, estaban orientadas a venderse en países de Oceanía y Asia para usarse en comunidades rurales, pero gracias a sus características, robustez, fiabilidad y económico y sencillo mantenimiento fueron las elegidas por diversas ONG y sociedades gubernamentales de países africanos para prestar soporte logístico y de transporte para suministros médicos y humanitarios en general.
Así, en África las AG 100/200 son sinónimo de esperanza y ayuda, ya que son en gran medida las encargadas de surtir de medicamentos y ayuda a muchas poblaciones en lugares donde no hay carreteras y se necesitan vehículos todoterreno para poder acceder a ellas.
